miércoles, 23 de abril de 2014

2.- Entrenamiento de inoculación del estrés

Elaborado por Gustavo Márquez Cataño

 

La inoculación de estrés es una forma sistemática sobre cómo enseñar a los pacientes a relajarse y afrontar una gran variedad de experiencias estresantes. Meichenbaum y Cameron (1972) se apoyaron en diferentes modelos de manejo del estrés en el modelo transaccional de Lazarus y Launier (1978) y en la teoría del afrontamiento de Lazarus (1981).

Donald Meichenbaum, es el creador de la técnica de “inoculación de estrés” y uno de los fundadores de la llamada “Modificación cognitiva de la conducta”. Algunos de sus libros son ya obras clásicas en la especialidad. Es editor de Cognitive Therapy and Research, y forma parte del Consejo Editorial de una docena de revistas especializadas. En la actualidad es Profesor de Psicología en la Universidad de Waterloo, en Canadá. En una encuesta del American Psychologist, Meichenbaum quedó situado entre los diez psicoterapeutas más influyentes de este siglo.

El entrenamiento de inoculación de estrés recibe su nombre del hecho de que el individuo se expone a estrés y aprende a hacerle frente en cantidades cada vez mayores, y por lo tanto aumenta su inmunidad al estrés. Este entrenamiento enseña habilidades para afrontar los factores psicológicos que producen el estrés y para mejorar el rendimiento desarrollando pensamientos productivos, imágenes mentales y autoverbalizaciones.

Las últimas investigaciones han demostrado que esta técnica es efectiva para reducir la angustia y mejorar el rendimiento en los ámbitos deportivos (Kerr y Leith 1993), así como para ayudar a los deportistas a afrontar el estrés que provocan las lesiones (Kerr y Goss, 1996).

Los individuos que utilizan este entrenamiento atraviesan las siguientes tres etapas:

·         LA ETAPA DE CONCEPTUALIZACIÓN En la que se adquiere conciencia de los efectos, de los pensamientos positivos y negativos, del dialogo interior y la visualización. Por ejemplo, se les enseña a las personas en qué forma las autoverbalizaciones negativas como “tienes un olor insoportable esta noche” pueden minar la seguridad en uno mismo.
Como resultado de esta fase, la persona debería:
a) Disponer de un modelo alternativo de mantenimiento de sus reacciones de estrés.
b) Deben haberse identificado y aclarado los desencadenantes, distinguiendo los estresares globales de los puntuales o situacionales y aquellos modificables de los que no los son.
c) Debería haberse aclarado si el déficit de la persona se debe a una falta de competencia (habilidades) o de ejecución (beneficios secundarios, creencias disfuncionales, etc.).

·         LA ETAPA DEL ENSAYO En la que los participantes aprenden a usar estrategias de afrontamiento como la visualización y las autoverbalizaciones positivas. Se trata de adquirir las habilidades y destrezas necesarias para el manejo de las respuestas fisiológicas y cognitivas problemáticas así como de asegurarse de que la persona es capaz de ponerlas en práctica.

PAUTAS PARA LLEVAR A CABO LA REFOCALIZACIÓN ATENCIONAL O DISTRACCIÓN

  1. Explicar el sentido de la técnica: no se trata de escaparse del problema, se trata de no prestar atención a estímulos (Ej., pensamientos rumiativos) cuando hacerlo no modifica el problema y amplifica los síntomas o el malestar asociado. El objetivo es refocalizar o redirigir la atención hacia estímulos que al menos produzcan un beneficio en alguno de los dos parámetros (solución del problema/ bienestar emocional).
  2. Seleccionar posibles fuentes de distracción relevantes para la persona (contar coches de una marca, prendas de vestir, realizar tareas domésticas, etc.).
  3. Las tareas utilizadas como distractores deben suponer una importante implicación conductual (Ej., ejercicio físico), atención a estímulos externos (Ej., describir el entorno), empleo de recursos cognitivos (Ej., contar hacia atrás a partir de un número) y contenido social (Ej., realizar actividades en grupo).
Una vez identificadas las situaciones problema y los distractores la persona debe implicarse activamente en la relocalización, moviendo su “linterna mental” hacia los estímulos acordados Una vez que la persona es capaz de poner en marcha las principales habilidades necesarias para un adecuado afrontamiento del problema, deben organizarse de acuerdo con los cuatro pasos del afrontamiento: preparación, afrontamiento (confrontación real y manejo de la activación emocional) y análisis de las consecuencias auto-refuerzo del éxito. Estos principios deben utilizarse para construir los denominados planes de afrontamiento. Estos planes pretenden integrar todo lo aprendido y organizarlo de manera que permita el enfrentamiento con las situaciones problema. El control del propio comportamiento durante estas situaciones se realiza mediante las auto-instrucciones. Estas auto-instrucciones deben dirigir la actividad durante la situación, para lo que deben cumplir las siguientes funciones: a) identificar y definir la situación; b) prepararse para el afrontamiento; c) coordinar el afrontamiento y activar la puesta en marcha de las habilidades necesarias; d) corregir posibles dificultades y fracasos; e) organizar los procesos motivacionales y f) analizar la situación una vez finalizada.

·         LA ETAPA DE APLICACIÓN. En la que las personas aplican sus habilidades de afrontamiento en situaciones de poco estrés, y avanzan gradualmente a situaciones de niveles moderados y elevados de estrés.
Con este procedimiento se pretende activar las estrategias aprendidas así como comprobar hasta qué punto son eficaces y si existen problemas en su puesta en práctica.
Las principales estrategias son el ensayo en imaginación, el ensayo conductual y la exposición en vivo graduada.

     I. Modelado, metáforas y ensayo en imaginación. Una buena forma de fortalecer lo aprendido es ver a alguien hacerlo. La utilización de observación de personas cercanas competentes, filmaciones (Ej., películas), lecturas, metáforas o incluso del terapeuta en situaciones similares puede ser de gran utilidad. Los modelos deben ser variados, similares a la persona (sexo, edad, etc.), creíbles y con un nivel de competencia ligeramente superior al del paciente. Pueden utilizarse instrucciones de manera simultánea a la observación del modelo. Debe mantenerse la atención de forma sostenida sobre el modelo y pedir a la persona que resuma o integre lo observado tras la sesión. Es preferible que la persona genere ciertas reglas sobre las relaciones estímulos-respuesta-consecuencias que mostraba el modelo. Para facilitar la generalización a situaciones de la vida de la personase pueden utilizar metáforas y el ensayo en imaginación. Se construye una jerarquía con las situaciones más estresantes a las que se enfrente el paciente. Se ordenan de mayor a menor nivel de dificultad. La persona debe reproducir las situaciones en imaginación permitiendo la aparición de la respuesta de estrés y haciéndole frente con las habilidades aprendidas.
  1. Ensayo conductual. Puede utilizarse la inversión de roles (terapeuta-paciente). El objetivo es que la personase enfrente a situaciones simuladas o reales al principio más controlables y progresivamente con más imprevistos. En dichas situaciones la persona irá poniendo en práctica sus habilidades mientras el terapeuta observa y da feedback.
  2. Exposición in vivo graduada. La persona ha de enfrentarse progresivamente a las situaciones reales de la jerarquía previamente construida valorando el resultado obtenido en cada una de ellas. 
Por último se debe hacer especial énfasis en los riesgos de recaída y en la forma de afrontarlos. 

La probabilidad de recaída es especialmente alta en situaciones en situaciones extremadamente difíciles, novedosas o en las que se dan simultáneamente un número alto de problemas. Esencialmente se trata de concebir la evolución con recaídas como un proceso de aprendizaje más, en el que la probabilidad de pequeños “deslices” o errores sobre lo aprendido es alta. 

La persona debe concebir estas recaídas como oportunidades para el aprendizaje y no como situaciones de derrota. Junto con esta actitud, el entrenamiento en la detección precoz de signos de recaída, así como de situaciones de alto riesgo permitirán a la persona anticiparse y poner en marcha habilidades necesarias para resolver la situación. Cuando el fracaso ha ocurrido, lo más importante es analizar las posibles razones por las que este ha tenido lugar. Una vez que la persona es capaz de anticipar ciertas situaciones de alto riesgo, pueden programarse “recaídas controladas” en las que la persona pone en marcha lo aprendido.

Recursos y bibliografía

Dialnet-EfectosDelEntrenamientoEnInoculacionDeEstresEnCefa-2797604%20(1).pdf
Este artículo en pdf se presenta una investigación en la cual es tilizado el entrenamiento de Inoculación de estrés en Cefaleas tensionales.

Psicología clínica de la salud un enfoque conductual. Leonardo Reynoso Erazo, Isaac Seligson Nisenbaum. Manual Moderno.
Este libro contiene una reseña breve de los pasos que se llevan a cabo en el entrenamiento de Inoculación de estrés.

     Fundamentos de Psicología del Deporte y del Ejercicio físico. Weinberg Gould. Editorial Médica Panamericana, 4ª Edición.
En este libro se incluye una descripción más amplia del entrenamiento de Inoculación de estrés, en donde se abarcan los pasos a seguir en la técnica con mayor detalle y que es lo que debe ocurrir en cada una de las etapas.

En este artículo se describe el proceso que debe seguirse en la técnica de Inoculación de estrés durante las etapas descritas anteriormente, y se describen los ejercicios que utilizará el terapeuta para aplicar la técnica.









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